Este post fué originalmente publicado en marzo de 2004 en un difunto blog
Cada día es más difícil enviar correos masivos, y tener la certeza que estos son recibidos, esto afecta a todo el mundo, tanto al que tiene su página legalmente constituida sin intereses oscuros o a aquellos que sin ningún remordimiento se dedican sólo al envío de SPAM o correo no solicitado.
El problema del correo no solicitado afecta ya a todo el mundo, consume recursos y genera verdaderos dolores de cabeza a los administradores de los sistemas de correo, estos, han sabido desplegar un variado surtido de armas contra el SPAM sin embargo con esto paga el justo y el pecador sin diferencias, ya que es casi seguro que todo correo recibido es hurgado en busca de patrones que lo permitan reconocer como SPAM o no, y sobra decir que esas herramientas no son perfectas y filtran tanto el correo no deseado como el que si queremos recibir.
Para las personas que realizamos envíos ocasionales a petición de nuestros clientes las cosas se ponen cada día más complicadas. En lo personal he perdido la cuenta de las veces que mi servidor de correo SMTP (que me provee mi ISP) me ha dejado fuera de combate o me rechaza gran cantidad de mensajes que envio mediante el, y hasta he perdido cuentas de correo por enviar más de 100 correos en menos de 1 hora, el correo masivo es muy mal visto ya, y a pesar de tener como en este caso una razón legal y a petición del mismo interesado el recibir cierta información, el mensaje es tratado con mucho recelo mientras llega a su destinatario, y en ultimas para proteger al mismo destinatario, este es filtrado o marcado como SPAM así no lo sea y lo entiendo por que este mal es algo que ha tomado magnitudes increíbles.
Los correos masivos, entonces (sean cual sea su fin) son una practica a replantear, y de hecho hay muy buenas alternativas disponibles como los RSS de los cuales hablaré en otra oportunidad enfocado como reemplazo de un newsletter común.
Saludos.
