Y a pesar que dicen que esto iba a servir para controlar el abuso en la velocidad, en la práctica resulto ser un aparato costoso, inutil y fácil de alterar concebido así desde el propio diseño con su trampa en los mismos planos de fabricación, no es raro ir al aeropuerto en buseta a toda velocidad y aun ver el aparatico estacionado en sospechosos 71 KM/h cuando la sensación de velocidad va muy por encima de tan risible numerito, ahi tenemos, la práctica de una normatividad en borrador, con prácticas en experimentación y que claro, es aprovechada por la viveza de la gente, sin adentrarnos mucho en la calidad de los aparaticos pues algunos parecen calculadora de vendedor de papas con el display quebrado o los bombillitos intermitentes haciendo ilegible la velocidad a la cual se transita o que pita cuando nisiquiera se está en marcha.
Para seguir de cerca este inutil pero obligatorio dispositivo, y ver esa mesa de trabajo que aun debe taponar toda la cantidad de fallas en la aplicación y sobre todo en la homologación de los dispositivos, podemos dirigirnos al sitio oficial sobre el tema y descargar (la internet es solo para bajar archivos segun ellos) las diferentes normas, reglamentos y documentos de office.
Ah y mientras viajemos en estas busetas pues la verdad será remontarse a los recuerdos del desaparecido concorde y esas fotos al lado del velocímetro cuando marcaba MACH 2.
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